Sueño
Anoche soñé contigo oficialmente. Siempre había muchedumbres que eran tuyas. Era un hombre solo que estaba delante de tus ojos, solamente. Tu mirada estaba allí, de a ratos, como preguntando si permanecía cerca. Te miraba observarme y tragaba palabras para no decirte nada. Tu pan era mi mesa de visita solitaria especialmente. Tu soledad sonriente me conmovía a pesar de las gentes. Algo había en ti que no estaba completo. Un vacío gris, una pared sin sol. Casonas de barroco italiano con puertas hierro. Brisas que conversan árboles de la ciudad silente. Túneles cuadrados, donde retumba la injusticia y todos pasan de largo. Calles urbanas, horas del atardecer. Tal vez un día de fin de año. Demasiados intrusos alrededor conspiran contra nosotros. Cómplices que alejan el encuentro. Hubo un instante, apenas mínimo, para poder decirte que te amaba desde siempre. Te tomé de las manos. Desmudecí el alma. Sobraron las palabras.