Queridos/as Compañeros/as:

Decantaron las imágenes y se diluyeron las efervescencias de las emociones ya; a mi me queda el dulce sabor de la ternura ; me late el corazón zurcido de amor que no duele y como un perro que lame las heridas pasó por esa mesa que compartimos, el recuerdo.

Es cierto que nosotros...los de antes ya no somos los mismos - parafraseando a Neruda - pero somos mejores porque los bordes ariscos de la vida, el suave murmullo de la felicidad o la empinada travesía de las dificultades nos han redefinido en nuestra esencia; de a poco vamos resumiendo con los días, la mejor síntesis de nuestra misión en la Tierra.

César D Alvia habló acertadamente de la "causalidad"; cierto es; porque no somos el producto de la espontaneidad humana sino de los naipes marcados por Dios para " jugar el juego" que solamente él conoce para nuestras finitas vidas.

Petru habló así; "esto es un juego" y ahora me permito profundizar esa definición de su travesía viviencial por la profesión.

El otro día - algo que no alcancé a contarles - escuche una canción cantada por Gigliola Cinquetti: Aquellos Fueron los Días se llama; en los versos dice: " Que tiempo tan feliz, que nunca olvidaré...teníamos fe y ganas de vencer".

Hoy que el Cielo acomodó las orillas de nuestros sueños, cuál río deja las ramas tras las crecidas, volvimos con otra significación; ya somos los que queríamos ser, no pudimos lo que queríamos poder, ya hicimos lo que pudimos hacer - o nos dejaron hacer - y nos presentamos aqui...ahora...en el resumen de una trayectoria eisteniana...en un punto de la luz... donde se materializó el alma cómun que nos unió hace 25 años, y fue angelical el momento en que se volvieron pan "magico" los múltiples pedacitos de una ostia divinamente designada. 

NO quiero ser complicado ni proveer de arabescos a esta ciber-carta. Es que explicar lo simple es lo mas complicado que hay.

Aún así no alcanzaré a revelar la profundidad y anchura de los sentimientos que fluyeron esa noche de los 25 años.

Nadie de nosotros fue a cumplir con un compromiso; acudió a un llamado del alma. 

Tras esta nueva comunión, con el espíritu renovado, hagamos lo que nunca hicimos juntos, comprendamos que no estuvimos ahí porque sí; hoy...con la serenidad de  lo experimentado y lo vivido, cuando ya "dimos una vuelta entera al dolor, a las alegrías, a las tristezas en nuestras existencias individuales" veamos que puede florecer si emprendemos el camino hacia el nosotros.

Hace casi 2 meses que vivo aquí. Vine desde Buenos Aires, luego de 27 años de negarme a la idea de que "jamas pertenecí a las urbes gatafloras y veleidosas como lo es B.A". Vengo después de ser "un guerrillero con revoluciones truncas". En Garupá retome los aires provincianos. En Posadas - como vos me relatas - es la micro reproducción de las incesantes pequeñeces. Pero tengo una actitud casi tibetana para las zancadillas y los taimadas intenciones de los mediocres. Tampoco creo que soy meridiano de la verdad. Es definitivamente triste vivir tan lejos de lugar donde uno ha nacido. La única rebeldía que me queda es que mis pequeños sueños - diría la reserva vital del alma - se aproximen lo más cerca a mis deseos. Ya no más enjundia por sostener lo insostenible y mantener lo inmantenible; me digo. Comer se puede comer en cualquier lado, con las adecuaciones de las papilas gustativas y el volúmen del estómago. Pero vivir, lo que se dice vivir se puede hacer en pocos lugares de este Universo. Si los maizales te saludan con el viento y eres feliz, me produce la contradictoria alegria de saber que estas cerca de la conjuncion de tus sueños y la realidad; contradicción porque yo siempre proclamé el amor al suelo donde uno amó lo que soño primero. A veces - como en tu caso y un poco como en el mío - uno clava las lágrimas en la tierra de su destino. Y a pesar de todo...sonríe.

Año 2012

Comentarios

Entradas populares