Misiones. Estocolmo
Misiones. Estocolmo. Por las calles de sus pueblos marcha el fluido blanco. Son delantales plenos de erotismo por el verdugo. Es único el grito de placer. De autoflagelacion.
Es el goce pecaminoso por el látigo.Es la esencia de su carne salvaje.
Quiero más. Dame más!
Van los maestros por sus calles.
Los policías en las esquinas se derriten de voyeurismo . Los médicos. Los empleados públicos.
Hay una cópula con el poder.
De arriba y de abajo. De adentro y de afuera.
Me pagas poco! Dame más!
Mienteme mientras me azotas!
Quiero escapar de ti pero nadie como tú para decirme que vivo en el paraíso mientras sufro.
Quiero el pan escaso y tu puñetazo en la cara. Me excita que me acaricies prometiendome un mañana a cuentagotas.
Mi orgasmo es cuando me hablas de robótica. De cuántica. De inteligencia artificial. Me susurras esas cosas bonitas en la borrachera.
Anulas mi mente. Adoro cuando me vendas los ojos. Me desbordan tus fábulas.
Quiero estirarme en tus sábanas abrazando la urna electoral.
Cartón entre mis piernas.
Los votos por ti son como rosas en la cama.
Estocolmo me enfermas de fiebre, de dolor. No te puedo dejar. No quiero recobrar el sentido. No necesito realidad.
Deseo que me eches migas de pan en la boca.
Misiones. Estocolmo. Limite con Brasil y Paraguay. Argentina imaginaria.
Sigamos. Hablemos. Penetro. Esclavizo tu conciencia. Juega con mis reglas. Goza mientras sufres. Entrégame tu libertad.
- Nada más hermoso que encender la radio donde quiera que esté...y me cuenten que estás tú cuidándome. Que afuera de las cuatro paredes, de tus rejas merodean los lobos.
- Déjame hablar por ti! Son malos. Son malos! No pienses mi amor. Lo hago por ti.
- No te vayas. Te necesito como el aire que respiro.
- Tu eres mi pueblo. Mi reino. Tu mandas pero no salgas.
- Tu eres el musculo fibroso que me protege. Que me ama susurrando mientras me asfixia.
- Cada dos años renuevas mis alas.
- Vuelo alrededor de tu erguido campanario como paloma que come de tu mano.
- Quiero tus palomitas de maíz.
Tiralas en la almohada.
- Sueño que las marcas de la espalda, son las sombras de las rejas.
- Tu eres la ley y mi sentencia. Flagelame una vez más!
Comentarios