Los rejodidos

¡Qué lástima! ¿Para qué estudié? El recorrido existencial entre el siglo veinte y el veintiuno que le tocó a mi generación en la Argentina fue una montaña rusa. Linda vida aquella de los 60 y los 70. Añorable. 

Algo aprendí. Los hijos de los obreros deben aprender oficios; nada de aspiraciones universitarias como en otros tiempos. La perspectiva de la nada esta a la vuelta de la esquina, con diploma o sin diploma. 

Condenados, discepolines, da lo mismo "un burro que un gran profesor"; mi padre era un hombre de oficio, independiente, autónomo de la aguja y el hilo de coser. Su vocación de sastre lo animó hasta sus últimos días. Entre la confección de finos trajes y los remiendos paró la olla. Hubo zozobras y pan duro, en los altibajos de nuestro desgraciado destino argentino. 

Antes de Perón y después de Perón, el pueblo argentino siempre vivió a los saltos. Siempre fueron los mismos de siempre. Los platudos de estirpe y abolengo que malversaron el país para adentro y para afuera. Con los propios y con los ajenos. Allá arriba ellos y aquí abajo, la mayoría. 

El problema general es que No nos avisaron, ni nos prepararon para lo que hoy se llama resiliencia. Una denominación psicológica del aguante, de la adaptación a los sopapos, de verla pasar a la vida por el umbral de los años juveniles. 

Nacer en cuna pobre o mejor dicho, hacinado sin cuna, por lo visto, te inmuniza para un país donde el mendrugo masticado con sudor sabe a manjar palaciego. Los políticos sinvergüenzas se jactan de la alegría de los humildes y dan por hecho, la perdurabilidad del chocolate pordiosero de las periferias. 

Está de moda llamar a emprendedores a quienes intentan subir el palo enjabonado. Hubo un legisladores de abolengo que alentó sin sonrojarse a fabricar cerveza artesanal o probar con el pilotaje de drones. Son aquellos que siembran las tempestades del pueblo porque no lo conocen. Lo suponen, lo interpretan en estadísticas, encapsulados en un piso 20, sin los pies en la tierra. 


Comentarios

Entradas populares