PALABRAS DE RADIO - Misiones de que te sorprendes?
Entre los tamboriles que golpea sobre el hueco de las mentes banalizadas, se oye el llanto de un niño que no come. Van y vienen las frases como cantos de sirena sobre las olas de un Rio Paraná que brilla al sol como la única verdad. Entre lo fatuo están los que se rasgan las vestiduras pero nada hacen, solamente declaman y denuncian lo que les estorba… lo que no pueden soportar…pero siempre dejan para que un tercero se encargue, porque tiene cosas importantes que hacer casi siempre.
En otro lado ya se repartio lo convenido; y en otro lado se prometio lo que nunca llegara porque esta entregado de antemano.
No con letargos plañideros, ni ruegos insustanciales iremos hacia el futuro, que parece como un camino interminable que se va cuando parece que nos acercamos. Así pasan los rostros morenos o rubios, de narices aborígenes o de narices gringas, de ojos profundos, tan negros como azules, que miran desde el costado de las rutas, como los autos y las camionetas siguen de largo, como si fueran naves de otro mundo.
Mientras tanto, aúllan a coro desafinado, los perros falderos mirando la mesa de los que reparten las migas, estiran sus lenguas babosas, esperando que caigan en sus bocas, ínfimos mendrugos de un banquete sibarita en medio del desierto. Desierto de amor.
La solidaridad no se explica…se siente. En un espacio existencial donde todo se espera sin dar nada, siempre se mira al poderoso como dios pagano que decide a qué hora comenzara el día y a qué hora empezara a la noche.
Nadie dirá nada ni hará ruido para que no despierte el gigante de su sueño de gloria permanente.
Arriman leña donde hay fuego mas cuando se esparcen las cenizas jamás nadie vio incendio alguno.
No te metas, no digas nada, no sabes nada, yo no fui, yo no estoy, acaba de salir, no me ponga en compromiso, es cosa de ellos.
Bufones, comedidos, obedientes, interesados, dependientes, amansados, disimulados.
Se vive esperando que sea el otro el que se equivoque; se especula detrás de las persianas mirando quien tropieza en la vereda, se murmura en las espaldas del que va por la vida llevando la carga que los otros no quieren levantar.
Misiones de que te sorprendes?
En otro lado ya se repartio lo convenido; y en otro lado se prometio lo que nunca llegara porque esta entregado de antemano.
No con letargos plañideros, ni ruegos insustanciales iremos hacia el futuro, que parece como un camino interminable que se va cuando parece que nos acercamos. Así pasan los rostros morenos o rubios, de narices aborígenes o de narices gringas, de ojos profundos, tan negros como azules, que miran desde el costado de las rutas, como los autos y las camionetas siguen de largo, como si fueran naves de otro mundo.
Mientras tanto, aúllan a coro desafinado, los perros falderos mirando la mesa de los que reparten las migas, estiran sus lenguas babosas, esperando que caigan en sus bocas, ínfimos mendrugos de un banquete sibarita en medio del desierto. Desierto de amor.
La solidaridad no se explica…se siente. En un espacio existencial donde todo se espera sin dar nada, siempre se mira al poderoso como dios pagano que decide a qué hora comenzara el día y a qué hora empezara a la noche.
Nadie dirá nada ni hará ruido para que no despierte el gigante de su sueño de gloria permanente.
Arriman leña donde hay fuego mas cuando se esparcen las cenizas jamás nadie vio incendio alguno.
No te metas, no digas nada, no sabes nada, yo no fui, yo no estoy, acaba de salir, no me ponga en compromiso, es cosa de ellos.
Bufones, comedidos, obedientes, interesados, dependientes, amansados, disimulados.
Se vive esperando que sea el otro el que se equivoque; se especula detrás de las persianas mirando quien tropieza en la vereda, se murmura en las espaldas del que va por la vida llevando la carga que los otros no quieren levantar.
Misiones de que te sorprendes?
Comentarios